Mitologia Griega
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En la mitología griega Eos (en griego antiguo Ἠώς Êós o Έως Eos, ‘aurora’) era la diosa titánide de la aurora, que salía de su hogar al borde del Océano que rodeaba el mundo para anunciar a su hermano Helios, el Sol.

Se cree que la adoración griega de la aurora como diosa fue heredada de la época indoeuropea. El nombre «Eos» es un cognado del latín Aurora y del védico Ushas.

Eos es la hija de Hiperión y Tea (o Palas y Estigia) y hermana de Helios (el Sol) y Selene (la Luna), «que brilla sobre todos los que están en la tierra y sobre los inmortales dioses que viven en el ancho cielo», según Hesíodo. Eos era libre con sus favores y tuvo muchos consortes, tanto entre la generación de los titanes como entre los mortales más hermosos. Con Astreo tuvo a todos los vientos y estrellas. Su pasión por el titán Orión no fue correspondida. Eos secuestró a Céfalo, Clito, Ganimedes y Titono para que fueran sus amantes.

En el más restrictivo mundo helénico, el poeta Apolodoro afirmaba, en una anécdota más que un mito, que su vergonzosa despreocupación era un tormento para Afrodita, quien la halló en la cama con Ares Titono fue su consorte más fiel, de cuyo diván la imaginaban levantándose los poetas. Cuando Zeus le robó a Ganimedes para que fuese su copero, Eos le pidió que hiciese inmortal a Titono, pero olvidó pedir la eterna juventud. Titono vivió por tanto para siempre pero se hizo más y más anciano, convirtiéndose finalmente en un grillo. Titono y Eos tuvieron dos hijos, Memnón y Ematión. Memnón luchó junto a los troyanos en la Guerra de Troya y fue muerto. Su imagen con Memnón muerto sobre sus rodillas, como Tetis con Aquiles e Isis con Osiris, fue el icono que inspiró la Pietà cristiana.

Consortes y Descendencia[]

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